
El hogar es uno de los mayores logros de cualquier familia, pero una situación inesperada puede poner en riesgo esa seguridad. Una hipoteca sin respaldo puede convertirse en un gran problema si el principal proveedor falta.
Con la protección hipotecaria, garantizas que tu familia pueda conservar la casa sin preocuparse por cómo pagar la deuda. Este plan se encarga de cubrir los pagos en caso de fallecimiento o incapacidad.
Así, aseguras que tu legado permanezca intacto: un techo seguro para quienes más amas. Es la forma más sólida de blindar el esfuerzo de toda una vida.
